En base a la línea del proyecto alpha "Faces Corporis", la publicación final vera la luz a finales de 2017. Estad atentos a novedades. Adjunto dos nuevos textos, de Anna Fortea (Neurocoach) y Diego Villena (actor), respectivamente.
El valor de las ideas. Las ideas... ¿Cuanto valen? Depende quien las tenga... Para unos valen todo, para otros nada. Hay auténticos conflictos de intereses en torno a ellas, y a través de la historia han generado innumerables disputas, pero a su vez han sido el progreso, la evolución y la trangresión en las sociedades, desde el inicio de los tiempos. Los emprendedores las toman como base de un proyecto, en cambio para un coach sin acción, no sirven de nada. Pero, ¿y para un soñador? Los soñadores vivimos en un mundo de ideas, donde ellas mismas son la base de todo, nuestro motor y a la vez nuestro combustible. Idealizan nuestra vida. Las ideas son cambiantes, tienen vida, nos acompañan, son parte nuestra, van en nuestra dirección, aunque a veces en la contraria, y eso nos hace comprender mejor la realidad, y mejorar día a día. Incluso nos mueven, nos motivan y nos dan la fuerza para seguir adelante. Hasta el ser más grande y pesado, se mueve si tiene un propósito claro y firme. Y, para ello, entra en juego la determinación, la capacidad y la posibilidad de realizarlas. Sin estos factores, caerían en un vacío profundo, difícil de recuperar. Entonces, ¿cual es el valor de las ideas?
Anna Fortea
Un horizonte por alcanzar.
Cuando comienzo los ensayos para un nuevo montaje, nunca sé como acabará. Se necesita mucho tiempo, hay que recorrer un camino que sabes que te conducirá al estreno, a las funciones diarias, o como a mi me gusta llamarlo, al espectáculo. La duda es cómo será ese camino. A veces es fácil y a veces tortuoso. Encuentras cosas que te sirven y que te acompañarán durante todo el proceso y se quedarán ahi, otras que sirven a primera vista y que, pasado un tiempo, hay que desechar, y otras, la gran mayoria, son las que no te sirven, pero todas hay que descubrirlas, y nunca sabes cuando vendrán, hay días "productivos", en los que todo avanza rápidamente, y otros en los que, ¡hubiera sido mejor no trabajar! A veces me he preguntado por qué elegiría yo esta profesión, y la respuesta es facil. Minutos antes de salir a escena las emociones recorren todo mi cuerpo. Felicidad, euforia, miedo, ilusión, dudas, ganas,... es tal lo que se genera, lo que siento, antes, durante y después de cada representación, que estoy seguro que crea adicción. Es en el momento de los aplausos cuando miro hacia atrás, recordando todo el camino recorrido, todo el trabajo y pienso: ¡merece la pena! E, inmediatamente, empiezo a pensar en otro montaje, otro reto, otro horizonte.
Diego Villena