El vacío es un concepto tan puro como abstracto. Representa la ausencia de todo, lo cual justifica precisamente la presencia de todas las cosas. Partiendo de un vacío, representado desde los dos colores ambiguos, el negro y el blanco, trato de plasmar, a través de los gradientes que existen entre ambos, luces y sombras que crean formas y ambientes y que en su conjunto transmiten una esencia.
E, inevitablemente, nos recuerda a la capacidad que tiene la naturaleza de construir y destruir. Y durante el proceso, ella misma modifica las formas de todo.
